EDITORIAL
Ing. José Adrián Silva, Secretario
General de APDFA
Año 1, Nº 2, Suplemento de la
revista REDES de INTEGRACIÓN
Nº 25, julio/septiembre de 2016.
Director: Ing. José Adrián Silva.
Secretario de Redacción: Ricardo O.
Alonso.
Realización gráfica: Instituto
Argentino de Ferrocarriles (IAF).
Boletín CIFyT Copyright 2016
APDFA. La Asociación del Personal
de Dirección de Ferrocarriles
Argentinos y Puertos Nacionales fue
fundada el 5 de Abril de 1957 como
entidad gremial de primer grado,
gozando de Personería Gremial
otorgada por Resolución N° 281 de
fecha 2 de junio de 1960 del
Ministerio de Trabajo de la Nación,
e inscripta en el registro respectivo
con el Nº 364. Cuenta con
Seccionales en todo el país,
representando al personal de
Dirección de los Ferrocarriles, de la
Administración General de Puertos
y de los Puertos Argentinos.
Domicilio: Billinghurst 426, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires,
República Argentina.
Foto de portada: Alejandro D.
Moscaro
Principales autoridades de APDFA:
Secretario General: Ing. José Adrián Silva.
Secretario General Adjunto e Interior Ferroviario: Raúl H. Perseguino.
Secretario General Adjunto e Interior Ferroportuario: Alberto Santos Salom.
Secretario Administrativo: Mario E. Caminos.
Secretario de Hacienda: Pablo J. Buchi.
Secretario Gremial Área Ferroviaria: Carlos A. Galeano.
Secretario Gremial Área Ferroportuaria: Alberto L. Mayo.
Secretario de Prensa, Actas y Capacitación: Osvaldo N. Etchegaray.
Secretario de Acción Social: Aníbal F. Rodríguez.
Secretario de Rel. Inst., Política Ferrov. y Ferroportuaria: Ricardo O. Alonso.
Secretario de la Tercera Edad: Armando I. Acosta.
N
os dirigimos a los Señores Gobernadores con el solo objeto de contribuir a la
reactivación del sistema ferroviario nacional, convencidos de que ese impulso
tiene un efecto directo en el desarrollomismo de nuestro país.
Desde la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles y Puertos
Argentinos hemos fijado a lo largo del tiempo, desde el nacimiento de nuestra
institución, una posición respecto a la importancia e influencia que tienen las actividades
ferroviarias y portuarias en la economía en general, en la situación social de las distintas
regiones del país e incluso en las cuestiones geoestratégicas y demográficas.
En ese accionar de APDFA, y para no ir demasiado atrás en el tiempo, hemos llevado
adelante en la década del 90 una intensa tarea de difusión de las consecuencias que
acarrearía para la sociedad y fundamentalmente para las economías regionales y los
habitantes del interior del país el proceso de privatizaciones bajo el sistema de
concesionamiento de la actividad ferroviaria. No vale la pena hoy profundizar en el
tema, ya que las consecuencias de esas decisiones son públicas y evidentes, y
confirmaron lo que muchas veces en soledad presagiábamos desde APDFA. Pero
creemos importante, por lo menos, resumir los procesos y luego fijar una posición hacia
el futuro en función de las experiencias vividas:
El proceso de privatizaciones en el área ferroviaria, sus consecuencias
Solo como una apretada síntesis podemos decir que tras las decisiones políticas
tomadas para la actividad, el transporte ferroviario de pasajeros interurbanos se redujo a
una mínima expresión, tanto en destinos como en frecuencias, dejando en el camino a
cientos de pueblos aislados, muchos de los cuales fueron extinguiéndose y produciendo
una migración de población a los suburbios de los principales centros urbanos de las
provincias, con las consecuencias sociales que ello implica. En el transporte de carga, el
mismo eliminó el concepto de servicio público, priorizando así solo el transporte
“rentable”, que obviamente privilegió trenes completos “punta a punta” (la crema del
negocio) abandonando con este criterio al pequeño y mediano productor, distribuidos a
lo largo de estos corredores y produciendo además el abandono completo de ramales
secundarios. Esta transformación en el transporte ferroviario de pasajeros interurbanos y
de carga, realizada con el “objetivo” de reducir el déficit fiscal produjo una importante
transferencia de tráfico al transporte carretero, cuyos costos globales debió asumir el
Estado, además de los costos sociales de esas decisiones.
Un capítulo aparte merece el transporte ferroviario de pasajeros urbanos del Área
Metropolitana de Buenos Aires, que concesionada a operadores privados continuó pero
con subsidios directos de EstadoNacional que fueron en constante aumento.
O sea que los grandes perjudicados por estas decisiones políticas fueron los Estados
provinciales, sus habitantes y sus productores, que se quedaron prácticamente sin trenes
Carta del Secretario General a los Gobernadores de
las provincias argentinas
Los Ferrocarriles Argentinos y las provincias, su futuro
y sus posibilidades en el contexto actual
2